La importancia de beber agua de manera habitual diariamente

2 de agosto de 2023 / Escrito por: La Carloteña
La importancia de beber agua de manera habitual diariamente

El agua es la mejor bebida que puedes consumir y que forme parte de tu alimentación saludable. No todas las personas han de beber las mismas cantidades, esto dependerá de múltiples factores como la edad, ejercicio, enfermedades, país, etc, …

Me gustaría desmitificar el mito de que el agua engorda, esto no es verdad, el agua no tiene calorías y además da igual a la hora que te la tomes del día. La puedes beber en ayunas, en las comidas y donde te apetezca.

¿Qué importancia tiene el agua en nuestra alimentación diaria?

El agua es la principal fuente de hidratación que tenemos, aproximadamente el 60 – 70% de nuestro cuerpo es agua y de ahí que necesitemos de ella para vivir. Es importante saber que cada día tenemos pérdidas de agua corporales, ya sea en sudor, orina, heces y por el hecho de respirar. Por tanto, hemos de reponer nuestro cuerpo con el agua que bebemos y también con los alimentos que consumimos, como por ejemplo, frutas, verduras, leche, yogures, infusiones, té, café, sopas, caldos, etc…

¿Qué cantidad hay que beber de agua diariamente?

Necesitamos unos tres litros de agua al día como mínimo, de los que la mitad, aproximadamente, los obtenemos de los alimentos y la otra mitad debemos conseguirlos bebiendo.
Por supuesto, en determinadas situaciones, como cuando hace calor, practicamos ejercicio físico o tenemos fiebre o diarrea o, en algunas etapas de la vida, estas necesidades pueden aumentar considerablemente.

Beneficios del agua en nuestra alimentación

  • Regula la temperatura corporal
  • Elimina los desechos (toxinas) de nuestro organismo, a través de la orina, sudor y las heces
  • Evita la deshidratación
  • Actúa como lubricante de las articulaciones
  • Previene el estreñimiento
  • Interviene en la deglución de los alimentos y también en la absorción y su digestión.

Problemas derivados de una mala hidratación

  • Sequedad en la boca
  • Sequedad en la piel
  • Rigidez articular – 80% del cartílago es agua
  • Calambres musculares
  • Recuperación tardía de enfermedades tales como gastroenteritis o resfriados
  • Sensación de fatiga e irritabilidad
  • Problemas estomacales
  • Dolores de cabeza

Opciones/recursos para incluir el agua en nuestra alimentación

  • Agua con hierbabuena y limón: se preparan dos litros de agua, dos o tres limones y un manojo de hierbabuena. Para prepararla, el consejo es hervir la hierbabuena en un poco de agua durante algunos minutos. De ese modo, se obtiene una infusión que también es posible con agua a temperatura del tiempo o fría (pero cuanto más baja es la temperatura, más tarda el agua en incorporar las propiedades del vegetal). En el resto del agua se exprimen los limones, y por último, tras colar la hierbabuena para quitar las hojas, se mezclan ambos preparados y se bebe frío.
  • Agua con fresas, limón y albahaca: colocar en una jarra (de un litro y medio o dos litros) numerosos cubitos de hielo, mezclados con entre cuatro y seis fresas cortadas en trocitos y medio limón cortado en rodajas. Sobre esa mezcla se ponen las hojas de albahaca y luego se echa agua hasta llenar la capacidad de la jarra. Hay que dejar que la mezcla descanse al menos durante una hora, para que el agua pueda impregnarse del sabor y el aroma de los vegetales. También se pueden probar variantes sobre esta misma fórmula, con otras frutas que endulcen el agua, como sandías, melones o melocotones. Por supuesto, se pueden incorporar más o menos trozos de fruta en función de la intensidad deseada para la bebida. Se disfruta más si se bebe fría.
  • Agua con manzanilla, lima, limón, naranja y menta: realizar la infusión con el agua caliente; se puede regular el número de saquitos o la cantidad de hebras de manzanilla que se ha de utilizar en función de la intensidad deseada. Luego se deja enfriar y solo después se añaden los trozos de fruta: lima, limón y naranja.
  • Té helado con frambuesas: hay que preparar las frambuesas, cocinarlas a fuego lento, mezclándolas con un par de dátiles naturales, durante tres o cuatro minutos. Para dos litros (ocho tazas) de té, lo sugerido es una taza y media de frambuesas. Después se cuela la mezcla para apartar la pulpa de frambuesa y se mezcla con el té ya frío. De este modo se obtiene una bebida dulce y refrescante.

Escrito por: Ángela Fernández