Hojaldritos rellenos de Pollo relleno al horno con huevo, jamón serrano y queso

16 de noviembre de 2023 / Escrito por: La Carloteña
Hojaldritos rellenos de Pollo relleno al horno con huevo, jamón serrano y queso

Corona de navidad

30 de octubre de 2023 / Escrito por: La Carloteña
Corona de navidad

Polvorones caseros

/ Escrito por: La Carloteña
Polvorones caseros

Trufas de chocolate y naranja confitada

/ Escrito por: La Carloteña
Trufas de chocolate y naranja confitada

Vasito de mousse de turrón con galleta

/ Escrito por: La Carloteña
Vasito de mousse de turrón con galleta

Galette frutos rojos y menta

/ Escrito por: La Carloteña
Galette frutos rojos y menta

Cinnamon Rolls

/ Escrito por: La Carloteña
Cinnamon Rolls

Rollitos de pechuguita al pesto

25 de octubre de 2023 / Escrito por: La Carloteña
Rollitos de pechuguita al pesto

Risotto de calabaza con redondo de jamón cocido y queso

6 de octubre de 2023 / Escrito por: La Carloteña
Risotto de calabaza con redondo de jamón cocido y queso

Hamburguesa marroquí con salsa de mango

/ Escrito por: La Carloteña
Hamburguesa marroquí con salsa de mango

¿Son saludables los refrescos zero?

/ Escrito por: La Carloteña
¿Son saludables los refrescos zero?

Los refrescos sin azúcar sin una novedad que llegó al mercado hace algo más de quince años. Prometían ser una bebida mucho más saludable para aquellos que no pueden prescindir de los refrescos.
Por ello entraron en el mercado los refresco zero/light para sustituir la versión normal, debido a estos contienen unos 30 gramos de azúcar por lata, por lo que se demostró mediante estudios que no era una bebida apropiada para consumo.

Entonces la industria alimentaria quiso “vendernos” una opción “más saludable”. Estos refrescos tienen el mismo sabor dulce pero sin azúcar ni calorías. ¿Cómo lo consiguen entonces? Mediante el uso de edulcorantes (Acelsufame k y Aspartamo). Dos edulcorantes que tienen efectos nocivos sobre nuestra microbiota intestinal y que aumentan nuestro umbral por el sabor dulce. Por tanto, siguen dañando la salud, aunque no lleven azúcar, y lo que es más peligroso, normalmente la gente consume más cantidad pensando que como no tiene azúcar es saludable. Se suele creer que los alimentos o bebidas enriquecidos con edulcorantes artificiales como alternativa al azúcar son saludables, o que al menos no son tan malos.

Según recientes estudios, los edulcorantes artificiales no serían inocuos para el organismo, ni tampoco una buena alternativa para no subir de peso, y menos aún para bajar la grasa: pueden alterar la microbiota intestinal, e incluso provocar un efecto rebote en el peso corporal.

En dichos trabajos siempre se suele recordar que estos perjuicios se producirían a dosis excesivas de edulcorantes, pero dado que cada vez son más los individuos que los consumen en abundancia pensando que no tienen efectos secundarios, no sería descabellado pensar que el exceso es relativamente fácil de alcanzar. De hecho, una nueva investigación ha resaltado un nuevo daño relacionado con un alto consumo de bebidas edulcoradas: un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Un reciente estudio concluye, que en comparación a los no consumidores de bebidas, aquellos grandes consumidores tanto de bebidas azucaradas como de bebidas edulcoradas tenían un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, incluso tras tener en cuenta multitud de posibles factores de confusión. En ambos casos, el riesgo cardiovascular era muy similar.

Por tanto, mi recomendación sobre el tipo de bebida saludable a escoger, es que nuestra bebida habitual debe ser el agua, ya que la mayor parte de nuestro cuerpo está formado por agua y de ahí su importancia para nuestros órganos y tejidos. Como opciones saludables para el día a día puede ser: agua con trozos de fruta, el agua con gas y cualquier té casero al que le añadas, hielo y limón (sin endulzar ni azucarar); así como los tés Kombucha sin azúcar añadido.

Alimentos saludables y atractivos para la población infantil

4 de septiembre de 2023 / Escrito por: La Carloteña
Alimentos saludables y atractivos para la población infantil

Los hábitos de vida llevados a cabo durante la infancia, marcarán o condicionarán la salud futura. Por eso, una alimentación variada, equilibrada y basada en buenos alimentos, es especialmente importante en los primeros años de vida. Pero, precisamente, hoy en día, la alimentación infantil está basada en alimentos con baja densidad de nutrientes y muy ricos en ingredientes perjudiciales. La sociedad y las modas ponen al alcance de los más pequeños los alimentos más perjudiciales que existen para la salud: bollería, refrescos, aperitivos salados, galletas, helados, chucherías, embutidos de muy baja calidad, comida rápida, batidos… El acceso a estos alimentos, los cuales son muy ricos en azúcares, sales, potenciadores de sabor, saborizantes y colorantes, hacen que alimentos nutritivos y protectores, como la fruta, la verdura, el aceite de oliva o el pescado, sean poco o nada apetecibles.

Aquellas personas que opten por inculcarle a sus hijos una alimentación saludable tienen opciones para lograrlo. Solo hay que elegir los alimentos adecuados y saber cómo prepararlos.

Muchos niños se despiertan sin hambre, pero es muy normal que se les obligue a desayunar algo antes de ir a la escuela. Curiosamente, muchos padres suelen ofrecer alimentos como zumos, galletas, cereales o bollería, sin saber, que es mejor no desayunar que comer ese tipo de alimentos. No, no pasa nada si un niño no desayuna. Otro punto importante es la necesidad de beber algo como zumo, batido o refresco, tanto en casa como fuera de ella. Y ninguna de esas bebidas es necesaria, más bien lo contrario. La bebida de los niños debe ser siempre agua. Si consumen leche, que no sea más de un vaso al día y si realmente les gusta, mejor tomarla sola. Si es necesario, puede añadirse cacao puro y una cucharadita pequeña de azúcar o miel.

La fruta es un alimento rico en vitaminas, minerales y fitonutrientes con muy buenas propiedades. Lo ideal es consumirla entera o batida, pero nunca en zumo. Hay frutas más atractivas que otras, según gustos de cada uno. La fruta puede ofrecerse entre comidas, cuando tienen hambre, para que la coman mejor. Puede batirse con un yogur para hacer un batido o pueden batirse congelada junto con un yogur o un poco de nata, para hacer un helado instantáneo. Por ejemplo, hacer un batido de yogur griego con plátano / mango / fresas / arándanos… Puede ser una opción buenísima para desayunar, merendar o media mañana. Batir frambuesas congeladas con un poco de nata para montar da lugar a un helado cremoso buenísimo, al cual puedes ponerle trocitos de chocolate negro por encima para hacerlo más atractivo aún.

Para un cumpleaños u otra ocasión especial, puede ponerse fruta cortada y un bol de chocolate 85 % derretido. A los niños les encanta mojar la fruta en chocolate, pero que sea negro para hacerlo mucho más saludable.

A la hora de consumir hidratos de carbono, mejor que sean integrales. Para desayunos y meriendas, los mejores son los copos de avena o un pan 100 % integral. Con la avena pueden elaborarse tortitas o crepes y acompañarlos con fruta, chocolate negro, mantequilla, crema de frutos secos… Se puede seguir cualquier receta, pero mejor evitar añadir azúcar o endulzantes. Los niños se acostumbrarán en seguida, pero si necesitan más dulzor, pueden elaborarse añadiendo uno o dos dátiles en la preparación.

En casa puede elaborarse repostería con harina integral, harina de almendras, dátiles, chocolate negro… Un bizcocho de harina de avena y harina de almendra puede ser una gran opción, aunque lleve un poco de azúcar. El truco es ponerle la mitad de azúcar de la que marque la receta. Puedes bañarlo con chocolate negro derretido con aceite de coco virgen.

La crema de cacao elaborada con crema de avellana o cualquier otro fruto seco, cacao puro y dátiles, puede utilizarse para bocadillos o tortitas, y está buenísima.

Cuando optemos por darles pan, mejor si este es 100 % integral, y si le añadimos alimentos de calidad como aceite de oliva virgen extra, embutidos La Carloteña con 95-99 % de carne, huevo, melva, salmón, caballa, aguacate, queso… Haremos un plato rico en nutrientes y muy saludable. Si a la hora del recreo o en la merienda les ofrecemos un bocadillo saludable de melva y queso, de pollo de La Carloteña y queso o de salmón y aguacate machacado, no lo rechazarán y llenarán sus estómagos de nutrientes. Acostumbrándoles desde bien pequeños, estos serán sus picoteos preferidos. Es muy importante elegir buenos alimentos, por eso suelo recomendar toda la gama salud de La Carloteña, ya que ofrece proteína de alta calidad para acompañar los bocadillos de los más pequeños.

Durante la comida y la cena, debemos ofrecer verduras, legumbres, carne, pescado y huevos. Al igual que la fruta, tendremos que optar por las opciones que más les gusten, pues debemos ser realistas y saber que hay ciertos sabores que no encajan en el paladar de muchos niños. Por ejemplo, ofrecer una pipirrana quizá sea una opción muy arriesgada para la mayoría, sin embargo, ofrecerles tomatito muy picado con zanahoria rallada, bonito y trocitos de queso, puede mejorar mucho la situación. El tomate picado, la lechuga y la zanahoria, suelen ser los alimentos de origen vegetal mejor tolerados en crudo. Si los acompañamos de pollo o pavo de La Carloteña, queso o huevo duro, mejor. En el caso de las verduras cocinadas, podemos aprovechar cualquier salsa para triturarlas y camuflarlas. Por ejemplo, en carnes guisadas como albóndigas, carrilleras, carne es salsa… Podemos aprovechar y hacer un sofrito con muchas verduritas como cebolla, puerro, zanahoria y tomate. Una vez cocinadas y trituradas no se notarán. Lo mismo podemos hacer con una salsa boloñesa o un guiso de legumbres.

Otra opción es hacer platos como lasaña con láminas de calabacín o berenjena, así como quiches o tortillas que contengan alguna verdura. Por ejemplo: lasaña de calabacín con salsa boloñesa, quiche de jamón york y puerro, tortilla de espinacas…

La carne, en general, es mejor prepararla guisada o picada para que les cueste menos masticarla y no se haga bola. Por ejemplo, unas albóndigas o carrilleras con salsa de verduritas acompañadas de arroz integral puede ser un plato muy apetecible y completo. Las hamburguesas caseras de pollo y queso, acompañadas de unas patatas al horno, son otra opción excelente para una cena con amiguitos o para cualquier otra ocasión. Hacer nuggets caseros es tan fácil como picar en un robot la carne con queso crema, sal, pimienta y 1 huevo. Se le da forma y se rebozan al gusto.

El pescado puede ser un alimento que les guste mucho o nada, según la preparación y la materia prima. El pescado fresco suele gustarles más. Podemos optar por pescados suaves como acedías, lenguados, gallos, merluza o pescadilla. Si se preparan a la romana, con harina y huevo, se quedan más jugosos. Pueden acompañarse de patata cocida para que sea un plato más completo. Los pescados azules son muy interesantes desde el punto de vista nutricional, así que podemos ofrecer salmón, melva, boquerones y sardinas. En el caso de los dos últimos, es más difícil por sus espinas, pero podemos comprarlos abiertos sin espina y prepararlos a la romana. El salmón suele tener bastante éxito entre los niños, y puede prepararse a la plancha o al horno con alguna salsa de queso o con ajito y limón. El atún y pez espada no son muy aconsejables para la población infantil por su alto contenido en mercurio. Es muy útil tener siempre a mano conservas de melva y caballa para usarlos en bocadillos, tortillas o ensalada.

Los huevos son un alimento muy completo, nutricionalmente hablando y además pueden prepararse de muchas maneras. Una tortilla con algún alimento de la gama salud de La Carloteña es siempre una buena opción. Unos huevos al horno en cazuela con patatitas, tomate frito y pollo asado de La Carloteña, es una opción rápida, nutritiva y muy rica.

La pasta y el arroz pueden consumirse en versión integral para hacer la comida más completa. Pero lo más importante es que no abusen de estos alimentos (2—3 raciones en semana) y se acompañen de buenos ingredientes o salsas caseras.

Por último, es importante conocer, que cuantos más alimentos ultraprocesados, dulces o salados les demos a los niños, más difícil será lograr que consuman alimentos normales y materias primas. Además, es importante no dar comida de forma continua, algo muy común hoy en día. No pretendamos que los niños coman un guiso si una hora antes comieron una bolsa de patatas. Aunque pidan comida, no darles más de 4-5 comidas al día es importante. Llegar con hambre a la comida y a la cena es fundamental para que coman buenos alimentos.